Es un dato innegable que en los últimos años se han hecho presentes las tecnologías de la información y de la comunicación en la sociedad y en el sistema educativo argentino. Hecho vertiginoso que despertó un sinfín de sensaciones en los educadores. Muchos se han deslumbrado creyendo que estaban frente a la "salvación"; otros se han atemorizado y percibieron en éstas una amenaza a su trabajo. Lo cierto es que las nuevas tecnologías se presentan como una herramienta de apoyo, un instrumento muy valioso que no podemos ignorar pero al que tampoco debemos sobredimensionar. Herramientas que están a nuestra disposición y sólo cobran utilidad de acuerdo a quiénes las usan, en favor de qué y de quiénes, y para qué.

Sin lugar a duda, la elaboración de este trabajo práctico nos ha llevado a reflexionar sobre nuestras propias prácticas docentes. Una labor muy difícil, dado a que nos condujo a una rigurosa autoevaluación que puso en juego la conjunción de tres actitudes: apertura mental, responsabilidad y honestidad; y consecuentemente nos condujo a una serie de interrogantes:

  1.  ¿Tenemos definidos nuestros objetivos como educadores?...¿Qué valores adoptamos y ponemos en práctica? ...

  2. ¿Realizamos una selección de contenidos que al trabajarlos sean capaces de estimular el pensamiento auténtico de nuestros educandos?...

  3. ¿Instauramos el diálogo en nuestras prácticas?...

  4. ¿Estimulamos a los educandos para la construcción de sus propios conocimientos?...

  5. ¿Dejamos que ellos mismos puedan darle forma a la realidad?

Reviendo nuestro accionar docente podemos encontrar falencias que dan respuestas a nuestras inquietudes. Coincidimos en que nuestros objetivos educativos apuntan a la formación de individuos críticos; hombres recreadores del mundo; conscientes de su inconclusión; con autonomía, pero a su vez sentimos que somos ambiciosos con ellos. Al realizar esta afirmación, estamos poniendo de manifiesto que nuestras metas exceden los medios que hemos estado brindando para alcanzar dicho fin.     

Todos sabemos que sin contenidos no hay educación, pero aún así percibimos que en muchas ocasiones seleccionamos contenidos desvinculados de la realidad; descontextualizado y desconectado de las auténticas necesidades e intereses del educando. No nos comprometemos ante el desafío y evadimos "tocar ciertos temas" que salen de la estandarización.  Hecho contradictorio con nuestros objetivos, fomentamos un pensamiento que se deja confundir por visiones parciales de la realidad. En una palabra en muchas oportunidades e incluso sin notarlos, nos movemos de forma conductista, no combinamos la reflexión con la práctica académica.

Asimismo, creemos que por el simple uso de elementos tecnológicos como un proyector y un archivo de power point  dominamos las TIC y somos parte de los docentes progresistas; educamos para la libertad aumentando el espíritu crítico y la autonomía de los hombres. Y quizás, lo que realmente esté sucediendo es un mero traslado de nuestra tradicional didáctica a través de los novedosos medios de de comunicación.

                                                                                                                      Al ser docentes de Institutos Técnicos en más de una oportunidad nos ha sucedido que con el afán de poner de manifiesto determinados conceptos abstractos e incluso microscópicos, recurrimos al uso de diapositivas digitalizadas, perdiendo la visión macroscópica de la cuestión. Por ejemplo, en el área de las ciencias naturales muchas veces nos esforzamos por trabajar con la síntesis de compuestos; los reactivos utilizados; las condiciones necesarias para que una reacción proceda; las configuraciones que adoptan en el espacio estas sustancias y sin embargo, omitimos aclarar que el hombre ha sintetizado una innumerable cantidad de compuestos químicos peligrosos y perjudiciales para la salud de los seres humanos; con distintos intereses y objetivos. O bien que muchos países pudieron desarrollar armas e instrumentos para saciar sus ansias de poder; dominio y expansión. Es que incluso sin darnos cuenta, con la omisión de estos grandes detalles lo único que estamos logrando es apaciguar la consciencia intencionada al mundo, cosificándolo, haciendo de este un objeto que forma parte de la vida extraescolar. No relacionamos el contenido y el mundo, y la vida diaria. Es así como decae el interés de los educandos, quiénes notan que lo trabajado en clase sólo se reduce a datos y más datos que deberán guardar en su memoria hasta el momento de ser evaluados. Este encuentro es para ellos fastidioso y burocrático. De hecho, si no fuera un requisito para su futuro laboral, seguramente no estarían en las aulas. Es lamentable decirlo, pero no existe creatividad alguna; no existe transformación y en consecuencia no existe saber. No logramos nuestros objetivos porque no permitimos que los protagonistas intervengan activamente mediante palabras verdaderas; acciones y reflexiones sobre el mundo. Con esto no queremos decir que nuestras clases sean monólogos, aún cuando cambiemos la disposición de los bancos en forma de semicírculos y permitamos la participación de todas las personas reunidas, si el tema a tratar no es significativo y nosotros no dejamos de lado la violencia que conlleva la imposición de pensamientos y la falta de humildad que nos caracteriza, seguimos en el mismo punto de partida.            

Por otra parte este papel en definitiva pasivo designado para los educandos puede llegar a ser el causante de su lucha contra la "dominación" manifestándose por medio de conductas inapropiadas en los establecimientos educativos.

El simple hecho de introducir una computadora a nuestra manera de enseñar y conducir la clase habitual, está reduciendo las funciones de la misma a las de un sistema de distribución de la información, ignorando el potencial de estas herramientas colaborativas y en red que rompen los límites espaciales y temporales de lo que entendemos por un aula, un ciclo lectivo o una jornada escolar. 

Es evidente que para lograr nuestros fines educativos, debemos repensar nuestras prácticas diarias y modificar, mejorar todas aquellas cuestiones que nos alejan de ellos. Las tecnologías no podrán combatir nuestras prácticas autoritarias y obsoletas. Lo que no implica que debamos dejar estas tecnologías de lado; sólo se intenta poner de manifiesto que el cambio está en nuestras manos. Lo que sí deberíamos dejar de lado es la formación de meros espectadores del mundo y comenzar a pensar cuál sería la mejor manera de acompañar a estos hombres en su recreación del mundo. Sin lugar a duda, la innovación en la escuela no debe ser sólo tecnológica, sino también de nuestras concepciones y prácticas pedagógicas lo que significa introducir una modificación en el modelo de enseñanza que practicamos a diario.

 Consideramos que necesariamente debemos acabar con la incoherencia que suele emerger a menudo en nuestras prácticas. Los métodos aplicados se alejan de los principios que tenemos y de los sueños que perseguimos. Nuestras actividades educativas se encuentran opacadas por la falta de compromiso social y político que suele surgir en algunas oportunidades.

 

¿Es posible educar sin el uso de las TICs?

 

En la sociedad actual en la que vivimos, existen serias dudas sobre si es en las escuelas donde los hombres adquieren los conocimientos y destrezas necesarios para desenvolverse en el mundo. Es que, sin lugar a duda, la fuerte inercia cultural de las instituciones escolares y su resistencia al cambio, mantienen con vigencia la matriz autoritaria de sus orígenes. Las profundas transformaciones sociales van superando un modelo de sociedad construido sobre los valores de la ilustración, hoy en día el conocimiento está en todas partes gracias a los sistemas de información que han crecido exponencialmente en los últimos veinte años. En ese contexto la escuela parece permanecer aun inmóvil. Existen algunos intentos de promover el cambio a la luz de los acontecimientos, pero no son los suficientemente eficaces. Sabemos que muchas cuestiones tienen raíces políticas y requieren cambios de fondo desde el sistema educativo oficial, pero no podemos esquivar el problema, e incluso debemos colaborar con nuestro granito de arena desde la posición en que estemos.         

                                       

Los medios de comunicación parecen haber tomado el relevo de la escuela y la familia como principales agentes de socialización. Sería condescendiente hablar de relevo, más precisamente podríamos afirmar que la manipulación, reproducción y disciplinamiento de las sociedades, masas y personas hoy está en manos de ellos. Destacaremos tres razones que han generado esta situación. En primer lugar, la omnipresencia de los medios como la radio y la televisión que han invadido prácticamente todos los hogares de las sociedades desarrolladas y en vías de desarrollo. En segundo lugar los mensajes asociados al entretenimiento y sus atractivos modos de presentarse y por último la incapacidad de la escuela para embeberse en las nuevas formas de estructurar y presentar la información en la actualidad y su inoperancia a la hora de enfrentar nuevos desafíos. A pesar de todo esto, la escuela sigue siendo funcional al sistema, precisamente  por esta inoperancia a la hora de promover ciudadanos críticos y políticamente participativos.

 

Tenemos que recuperar el sentido humano, crítico y creativo que debe caracterizar a todas las instituciones educativas. Tenemos que ser conscientes de que en la actualidad, con el espectacular desarrollo experimentado por las tecnologías de la información y de la comunicación se modificaron sustancialmente el conjunto de saberes necesarios y básicos, propios de los procesos de socialización. No hay ningún área de la actividad ni quehacer humano que permanezca ajeno a la influencia de la tecnología. Muchos de estos impactos tecnológicos enriquecen nuestra forma de vida, mientras que otros la amenazan. Lo cierto es que esta dicotomía siempre existió y seguirá existiendo con cualquier instrumento donde los fines sean manejados por nosotros, los humanos. Debemos no sólo reconocer la importancia de las tecnologías en la actualidad sino también "aprovecharnos de ellas" para alcanzar con mayor facilidad nuestros objetivos educativos.  La escuela tuvo siempre una función socialmente imprescindible, como la de alfabetizar. Como institución social, debe posicionarse frente al avance de la tecnología y al desafío de preparar a los jóvenes para un contexto cambiante. En este sentido, los paradigmas sociales actuales no son los mismos que se sostenían hace unas décadas atrás.

Es por esto que el avance de las TICs en las escuelas se vincula a nuevas formas de producción de la información, de su procesamiento y almacenamiento, a la alfabetización en los nuevos lenguajes, en vista a la inserción en los futuros espacios laborales basados en la conexión y el trabajo colaborativo entre pares, en el marco de una sociedad que evoluciona vertiginosamente.          

Desde una perspectiva estrictamente pedagógica, este dispositivo ayuda a adquirir ciertas competencias necesarias para desenvolverse en una realidad cada vez más compleja. En ese sentido, recupera rasgos de la relación dialógica, es decir que permite la interacción entre actores sociales, en nuestro caso, estudiantes y docentes y posibilita la apertura de nuevos canales para establecer y mantener el flujo de relaciones personales. Es cada vez más creciente la construcción de lazos sociales de distinto tipo, afectivos, académicos y profesionales.                                  

Por ello, las TICs, ofrecen oportunidades para la comunicación que son sustanciales para enriquecer el proceso de aprendizaje. Pensemos en el concepto de ubicuidad y la posibilidad de acceso remoto. El aula, como sigue siendo el espacio casi exclusivo para la comunicación entre docente y alumno, no están contemplados espacios extracurriculares que sirvan de soporte para una mediación de los contenidos. Es decir, es un recinto acotado y bastante inflexible. La posibilidad que ofrece Internet de crear nuevos vínculos, difícilmente hubiera surgido en otras instancias.

 

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Analicemos algunas de las razones por las cuales hoy es casi imposible educar sin las TICs

 

a)    Ha tenido importancia creciente la educación informal de las personas. Debido a la fuerte presencia de los medios de comunicación social, los aprendizajes a través de las relaciones sociales, de la televisión, de las TIC y especialmente de Internet, han adquirido mayor relevancia. Además, instituciones culturales como museos, bibliotecas y centros de recursos cada vez utilizan más estas tecnologías para difundir sus materiales (videos, programas de televisión, páginas web...) entre toda la población. Y los portales de contenido educativo se multiplican en Internet.

b)    Uno de los retos que tienen actualmente las instituciones educativas consiste en integrar las aportaciones de estos poderosos canales formativos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, facilitando a los estudiantes la estructuración y valoración de estos conocimientos dispersos que obtienen a través de los "medios masivos" e Internet.

c)    Se necesitan nuevos conocimientos y competencias. Los profundos cambios que en todos los ámbitos de la sociedad se han producido en los últimos años exigen una nueva formación de base para los jóvenes y una formación continua a lo largo de la vida para todos los ciudadanos. Así, además de la consideración a todos los niveles de los cambios socio-económicos que originan los nuevos instrumentos tecnológicos y la globalización económica y cultural, en los planes de estudios se van incorporando la alfabetización digital básica, cada vez más imprescindible para todo ciudadano, y diversos contenidos relacionados con el uso específico de las TIC en diversos ámbitos.

d)    Por otra parte, determinadas capacidades y competencias adquieren un papel relevante: la búsqueda y selección de información, el análisis crítico (considerando perspectivas científicas, humanistas, éticas...) y la resolución de problemas, la elaboración personal de conocimientos funcionales, la argumentación de las propias opiniones, el trabajo en equipo, los idiomas, la capacidad de autoaprendizaje y adaptación al cambio, la actitud creativa e innovadora.

e)    Se puede sustentar una labor compensatoria frente a la "brecha digital". Las instituciones educativas pueden contribuir con sus instalaciones y sus acciones educativas (cursos, talleres...) a acercar las TIC a grupos que de otra forma podrían quedar marginados. Para ello, además de asegurar la necesaria alfabetización digital de todos sus alumnos, facilitarán el acceso a los equipos informáticos en horario extraescolar a los estudiantes que no dispongan de computadora en casa y lo requieran.

f)      También convendría que al terminar las clases se realizaran en los centros cursos de alfabetización digital para las familias de los estudiantes y los ciudadanos en general, contribuyendo de esta manera a acercar la formación continua a toda la población.

g)    Existen nuevos instrumentos TIC para la educación. Como en los demás ámbitos de actividad humana, las TIC se convierten en un instrumento cada vez más indispensable en las instituciones educativas, donde pueden realizar múltiples funcionalidades:

h)    Existe una necesidad de una formación didáctico-tecnológica del profesorado. Sea cual sea el nivel de integración de las TIC en los centros educativos, el profesor necesita también una "alfabetización digital" y una actualización didáctica que le ayude a conocer, dominar e integrar los instrumentos tecnológicos y los nuevos elementos culturales en general en su práctica docente.

i)      Se presentan nuevos entornos virtuales (on-line) de aprendizaje (E/A) y creciente oferta de formación permanente. Aprovechando las funcionalidades de las TIC, se multiplican los entornos virtuales para la enseñanza y el aprendizaje, libres de las restricciones que imponen el tiempo y el espacio en la enseñanza presencial, y capaces de asegurar una continua comunicación virtual entre estudiantes y profesores. También permiten complementar la enseñanza presencial con actividades virtuales y créditos on-line que pueden desarrollarse en casa, en los centros docentes o en cualquier lugar que tenga un punto de conexión a Internet.

Estos entornos, con una amplia implantación en la formación universitaria, profesional y ocupacional, surgen ante las crecientes demandas de formación continua (a veces "a medida") de los ciudadanos para afrontar las exigencias de la cambiante sociedad actual.

Por otra parte, además de las empresas, que se encargan en gran medida de proporcionar a sus trabajadores los conocimientos que precisan para el desempeño de su actividad laboral, y de la potente educación informal que proporcionan los medios masivos y los nuevos entornos de Internet, cada vez va siendo más habitual que las instituciones educativas que tradicionalmente proporcionaban la formación inicial de las personas (escuelas e institutos) también se impliquen en la actualización y renovación de los conocimientos de los ciudadanos. La integración de las personas en grupos presenciales y virtuales también facilitará su formación continua.

 Conclusión:

El mundo actual exige cambios en el mundo educativo. Y los profesionales de la educación tienen múltiples razones para aprovechar las nuevas posibilidades que proporcionan las TIC para impulsar este cambio hacia un nuevo paradigma educativo más humano, democrático, crítico y creativo.

Además de la necesaria alfabetización digital de los alumnos y del aprovechamiento de las TIC para la mejora de la productividad en general, el alto índice de fracaso escolar (insuficientes habilidades lingüísticas, matemáticas...) constituye una poderosa razón para aprovechar las posibilidades de innovación metodológica que ofrecen las TIC para lograr una escuela más eficaz e inclusiva.La escuela es un extraordinario lugar de socializacion y de promocion comunitaria, es por ello que juntos debemos trabajar para superar la crisis por la que esta transita.Mencionamos motivos mas que suficientes que evidencian las exigencias de la sociedad actual; debemos modernizarnos e implementar tecnologias.

- Fuente de información (hipermedial).

- Canal de comunicación interpersonal y para el trabajo colaborativo y para el intercambio de información e ideas (e-mail, foros, wikis, blogs, etc.).

- Medio de expresión y para la creación (procesadores de textos y gráficos, editores de páginas web y presentaciones multimedia, cámara de vídeo).

- Instrumento cognitivo y para procesar la información: hojas de cálculo, gestores de bases de datos...

- Instrumento para la gestión, ya que automatizan diversos trabajos de la gestión de los centros educativos: secretaría, acción tutorial, asistencia, biblioteca...

- Recurso interactivo para el aprendizaje: los materiales didácticos multimedia informan, entrenan, simulan, guían aprendizajes, motivan.

- Medio lúdico y para el desarrollo psicomotor cognitivo.



 

 

 

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